Si hablamos de vino, el primero que nos viene a la mente es el vino tinto y es que sin duda desde tiempos ancestrales ha sido el más representativo. Se caracteriza por tu elegancia, consistencia y complejidad de matices que transmiten a la perfección la esencia de la tierra donde se cultivan los viñedos.

¿Qué es el vino tinto?


El vino tinto es una variedad de vino elaborado a partir de uvas coloreadas y se distingue por su tonalidad de rojo oscuro a intenso. Estas uvas, principalmente Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir y Syrah, se pueden cultivar en muchas partes diferentes del mundo. Estos vinos suelen presentar aromas con cierta representación a las especias, tierra y ahumado. Por otro lado, al probarlos en boca, presentan notas afrutadas como pueden ser la frambuesa, cassis, cereza, ciruela o mora. A menudo, tienen un fuerte sabor a fruta, una acidez bien equilibrada y una estructura tánica.


¿Con qué podemos acompañar el vino tinto?


Los alimentos más recomendados para acompañar el vino tinto son aquellos ricos en grasas y proteínas como pueden ser:

  • Carnes rojas
  • Quesos añejos
  • Platos con salsa
  • Platos de cuchara

y otros que puedan responder a una combinación de tu agrado.


¿Cuál es el proceso de elaboración del vino?


Dicho esto, cabe adentrarnos en resumir como es el proceso de elaboración del vino tinto:

1. La recolección Uva: Lógicamente la recolección de la uva es el primer paso para producir un vino tinto. Puntualizar que, para obtener la mayor cantidad de azúcar y sabor, se recolectan los racimos muy maduros.

Racimos maduros para la recolección

2. Despalillado y Pre-fermentación: Una vez recolectadas las uvas se procede a despalillarlas (separar el racimo de la piel de la uva). Las uvas se ponen en una prensa para separar los restos de las uvas del mosto.

3. Fermentación: Para iniciar el proceso de fermentación, el mosto se coloca en tanques de hierro inerte. Este paso se considera la clave para conseguir el sabor y el color del vino.

Tanques para fermentación del mosto

4. Clarificación y Estabilización: Después de la fermentación, se deja reposar el vino un rato para que se aclare. Esta etapa se lleva a cabo para la eliminación de las impurezas.

5. Envejecimiento: El último paso antes de la venta es el envejecimiento. El envejecimiento se realiza en barricas de roble para que el vino adquiera un sabor más complejo.

Después de un largo y exhaustivo proceso… queda la última fase y la mejor, la degustación del vino:

La cata del vino (observando la tonalidad)

¿Con qué podemos acompañar el vino tinto?


El vino tinto debe servirse a una temperatura de 16 a 18 grados centígrados para su consumo. Se recomienda servir el vino en la copa adecuada para maximizar el desarrollo del sabor y una mejor oxigenación. Recuerda, antes de probarlo, debes observar su color, olerlo y saborearlo para descubrir todos sus sabores y esencia.

Sin duda, de entre todos los “caldos” el vino tinto es considerado el buque insignia y apto para los paladares que mejor aprecien la calidad y consistencia que definen en esencia la mayoría de estos tipo de vinos.

Recuerda beber siempre con moderación, sé responsable 😉

¿Y tú, de que vino eres? ¿Cuál te ha sorprendido o cuál es tu preferido? Si tienes alguna duda puedes consultar nuestra sección de vinos Déjanos tu comentario 🢃 😉